En una carta filtrada de su celda, Al-Shobaki escribió: “Me dirijo a usted personalmente y como humano, preguntándole si aún tiene conciencia… Días, meses y años han demostrado que perdió la conciencia”.

Dijo que los apoyaba en tiempos de crisis y que era el “hermano de todos en tiempos de paz y guerra”.

“Me dirijo a usted porque soy hijo de este país y es mi derecho tenerlo a mi lado”, escribió, afirmando que es “terco” y no ha revelado “ninguna información” sobre ellos a los investigadores.

“Ahora tengo más de 80 años y solo me quedan algunos días de vida”, escribió. “Así que me gustaría recordarles que me he sacrificado por este país, que ha estado bajo la ocupación, y elegí el país sobre mi familia”.

“Hoy”, continuó, “me entristece que ni siquiera mencionen mi nombre en sus reuniones. ¿Hay alguien del liderazgo que pregunte por mí o pida a los movimientos populares o internacionales que me liberen?

Al concluir su carta, Al-Shobaki escribió: “No te estoy suplicando, pero te estoy diciendo que me has fallado y que estás fallando al país para mantener tus ganancias temporales. Te digo que soy el próximo mártir prisionero y es una pena que te sientes en sillas que no mereces.

Al-Shobaki es el prisionero palestino más antiguo detenido en las cárceles israelíes. Fue un general militar de alto rango en la Autoridad Palestina, así como un importante líder de Fatah y actuó como consultor financiero del fallecido presidente de Fatah, OLP y AP Yasser Arafat.

En 2002, fue arrestado por la Autoridad Palestina y enviado a la notoria prisión de Jericó donde estuvo bajo vigilancia británica y estadounidense. Fue investigado por reclamos de financiación de un barco de armas llamado “Karen A” que había sido incautado por Israel.

Las fuerzas de ocupación israelíes lo secuestraron de la prisión de la Autoridad Palestina en marzo de 2006 y lo sentenciaron a 20 años de prisión. Ha estado recluido en las cárceles de Askalan y Hadarim.

Fuente: MEMO