En los hallazgos publicados en una investigación realizada por el Financial Times, el periódico descubrió que al registrar las direcciones de entrega ilegales e ingresarlas en el portal de entrega de Amazon, la compañía extiende la oferta de envío gratuito de su sitio web “si su dirección de envío está en Israel, sus artículos son legibles y su pedido cumple con el mínimo de $ 49 para el envío gratuito “.

Sin embargo, los clientes que enumeran su dirección como “los territorios palestinos” se ven obligados a pagar tarifas de envío y manipulación a partir de $ 24. El portavoz de Amazon, Nick Caplin, dijo al periódico que los palestinos solo pueden eludir el problema “si un cliente dentro de los Territorios Palestinos ingresa su dirección y selecciona a Israel como país, puede recibir envío gratis a través de la misma promoción”.

Todas las entregas de la compañía tienen que pasar por Israel para llegar a la Cisjordania ocupada, lo que causa largas demoras.

Sin embargo, el abogado internacional de derechos humanos Michael Sfard citó tal razón como insuficiente y calificó la política de Amazon como “discriminación flagrante entre clientes potenciales en función de su nacionalidad” dentro de la misma área de operación. La organización activista Peace Now también comentó sobre la situación y dijo que la política discriminatoria de Amazon “se suma a la imagen general de un grupo de personas que disfrutan de los privilegios de la ciudadanía, mientras que otras personas que viven en el mismo territorio no lo hacen”.

Los asentamientos judíos en los territorios palestinos ocupados de Cisjordania y Jerusalén Este han aumentado significativamente a lo largo de los últimos años, y los colonos a finales de 2019 en Cisjordania sumaron más de 463,000 con otros 300,000 en Jerusalén Este.

A pesar de que los asentamientos son ilegales según el derecho internacional, varias compañías grandes y prósperas han seguido ocupándose de ellos y operando en las tierras que ocuparon ilegalmente. Esta semana, la ONU emitió una lista negra de 112 compañías que continúan operando en los territorios ocupados, que incluyen a los gigantes mundiales Airbnb, Expedia, Opodo y Motorola.

Estados Unidos rechazó la medida mientras Israel suspendía los lazos con el Comisionado de Derechos Humanos de la ONU después de la publicación del documento.

Fuente: MEMO