Fox News informó el jueves de que las autoridades estadounidenses han ordenado a Anthony S. Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de EE.UU. “no decir nada más sobre la pandemia del coronavirus” sin la autorización de la Casa Blanca.

El medio denuncia que con silenciar a “uno de los principales expertos en virus del país”, la Casa Blanca parece estar dando mayor prioridad a una narrativa política que informar al público sobre la amenaza que supone el coronavirus, conocido COVID-19.

La Administración estadounidense, presidida por Donald Trump, está haciendo esfuerzos para “reforzar el control de los mensajes de coronavirus por parte de los funcionarios de salud y científicos del gobierno”, revelaron varios funcionarios familiarizados con el nuevo enfoque del gobierno.

El nuevo enfoque de la Casa Blanca se produce cuando los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades reconocieron el jueves que una mujer de California con coronavirus tuvo que esperar días antes de hacerse la prueba de COVID-19 debido a los criterios restrictivos de la agencia sobre quién puede hacerse la prueba.

Pese a la advertencia de la Casa Blanca, funcionarios de salud pública advirtieron a los estadounidenses que se preparen para más casos de coronavirus y la ciudad de Nueva York anunció planes para proporcionar hasta 1200 camas de hospital si es necesario.

En algunos estados del país como en San Francisco (oeste de EE.UU.), las autoridades han declarado el estado de emergencia por el denominado COVID-19. También en la ciudad de Miami, ubicada en el estado de Florida, varios hospitales confirmaron su disposición para atender un eventual brote.

Por su parte, la presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., la demócrata Nancy Pelosi, ha tachado de “vergonzosa” la reacción de Trump al citado brote de infección.

Fuente: Hispantv