Un intento concreto de esa asociación deriva de la llegada de cinco petroleros iraníes a la nación sudamericana, sobre los cuales -advirtió Teherán- que cualquier esfuerzo por interceptarlos recibiría una respuesta firme y decisiva.

Washington sonó sus alarmas sobre la creciente participación de Irán en Venezuela y que sus funcionarios seguían los pasos de la flotilla, aunque hay una moderación en las declaraciones respecto a las amenazas iniciales.

Los cinco buques de la república islámica probarán hasta qué punto el gobierno de Donald Trump llegará para cerrar una relación incipiente entre dos naciones que considera enemigas.

Cualquier interrupción de los estadounidenses sobre los buques sería casi una declaración de la guerra, según los analistas.

El más cercano de los petroleros, el Fortune, entró este sábado en aguas jurisdiccionales venezolanas frente a la mayor presencia naval estadounidense en el Caribe en al menos una década.

Hay destructores, navíos de desembarco, aviones Poseidón y de vigilancia de la Fuerza Aérea, como parte de una operación para cerrar rutas que Washington alega utilizan los narcotraficantes.

Los funcionarios estadounidenses minimizaron la posibilidad de que esas fuerzas confrontarán a la flotilla e incluso el vocero del Pentágono, Jonathan Hoffman, aseguró que no estaba al tanto de planes para lanzar una operación militar contra los navíos iraníes.

Sin embargo, un funcionario que habló bajo condición de anonimato aseveró que el Gobierno no toleraría el apoyo de Irán al presidente venezolano, Nicolás Maduro.

“El presidente dejó claro que Estados Unidos no tolerará intromisión continua de los partidarios de un régimen ilegítimo”, según ese funcionario.

Trump considera a Maduro un usurpador, pese a los resultados de las elecciones venezolanas de 2018 que dieron un amplio triunfo al actual mandatario del país sudamericano, ante una oposición disgregada que se sospecha utilizó sus inmensos recursos financieros para comprar votos en ese ejercicio comicial.

“La importación de gasolina iraní es un acto de desesperación”, suscribió por las redes sociales el Consejo de Seguridad Nacional del gobierno norteamericano, apunta The Washington.

A juicio de ese organismo, no se detendrá la escasez de combustible en Venezuela ni se aliviará el sufrimiento que vive el país por un bloqueo norteamericano y medidas dirigidas a socavar a Maduro.

Los analistas dicen que lo más probable es que la Casa Blanca recurra a mas sanciones económicas que a la fuerza para diluir el comercio iraní-venezolano.

Si bien la retórica de Trump incluye posiciones duras contra Irán, con la retirada del acuerdo nuclear sellado en 2015, sanciones punitivas y el asesinato del general Qassem Soleimani, también baja el tono agresivo y evita un conflicto militar directo.

El almirante Craig Faller, del Comando Sur de Estados Unidos, opinó que el objetivo de Irán era “obtener una ventaja posicional a manera de contrarrestar intereses norteamericanos”.

Los dos países bajo castigo de Estados Unidos y ante recesiones económicas generadas por la pandemia de la COVID-19 y el colapso de los precios del petróleo, en realidad lo que hacen es apoyarse uno al otro y no pretenden confrontación alguna con la Unión.

Fuente: Al Mayadeen