Según ha informado la cadena de televisión yemení Al Masirah, la alianza liderada por Riad ha lanzado la madrugada de este miércoles varios ataques con bombas de racimo contra la región Al-Sabah, en el oeste de Saná, la capital de Yemen.

A consecuencia de esa nueva agresión saudí, cuatro miembros de una familia resultaron heridos, incluidos dos niños y una mujer. El ataque destruyó asimismo la casa de la familia.

Las bombas de racimo están prohibidas en virtud de la Convención sobre Municiones en Racimo (CCM, por sus siglas en inglés), un tratado internacional que aborda las consecuencias humanitarias y los daños inaceptables causados a civiles por las municiones de racimo.

Esas armas pueden contener decenas de pequeñas bombas, que se dispersan en vastas áreas, a menudo matando y mutilando a civiles, a veces mucho tiempo después de conflictos bélicos.

Pese al rechazo a nivel internacional, el régimen de los Al Saud y sus aliados han empleado en varias ocasiones bombas de racimo y otras municiones prohibidas contra blancos civiles en diferentes partes de Yemen, incluidas las provincias septentrionales de Saada, Amran y Marib.

Los agresores saudíes y sus aliados importan la mayoría de estas municiones prohibidas de países occidentales, como Estados Unidos, el Reino Unido, Canadá, España, Francia y España, que a pesar de ofrecer bonitos discursos sobre los derechos humanos ayudan a Riad en la matanza del pueblo yemení; lo que demuestra la falsedad de sus afirmaciones.

Un informe publicado el martes por la agencia canadiense de noticias The Globe and Mail, reveló que Canadá batió el récord de venta de armas a Arabia Saudí en 2019, pese a los crímenes de guerra y de lesa humanidad que comete a diario el régimen monárquico contra el pueblo yemení.

Fuente: Hispantv