Claramente, Europa manipula los derechos humanos según intereses, conveniencias y con un evidente doble moral e hipocresía. Mas grave es lo que hace Trump donde ha insultado y descalificado a todos los organismos legales y humanitarios del mundo cuando se trata de cuestionar las atrocidades que Israel comete. Simplemente Trump se ha retrocedido a los tiempos de la ley de la selva.
Los sionistas y proisraelíes –Trump y sus funcionarios- tienen una impresionante cantidad de herramientas para acallar -aplastar- a los que critican las violaciones israelíes. La más típica y automática -frase cliché- es calificar de “antisemita” a quienes se atreven a hablar de Israel. Esto es a parte de las amenazas, insultos, agresiones y amedrentamientos a los activistas de los derechos humanos. El nivel de descaro llega a niveles extremos al declarar organismos internacionales como la Corte Penal Internacional CPI y destacados organismos de derechos humanos como Amnistía Internacional y Human Rights Watch como “antisemitas”, “corruptos” e ‘ilegítimos’, simplemente por atreverse a cuestionar o denunciar las crueldades israelíes.
¡Israel tiene derecho a violar la legalidad. Es “antisemita” denunciar estas violaciones!
Lo más increíble que todos estos organismos son bienvenidos y aplaudidos cuando se trata de Venezuela u otros países, y son lo peor cuando investigan o denuncian las violaciones a los derechos humanos que Israel comete. ¡La Corte Penal Internacional CPI, se fundó para juzgar solo a “morenos y negros”, la legalidad internacional se ha establecido para ser cumplida por los países pobres y del tercer mundo y las violaciones a los derechos humanos son denunciadas solo cuando se trata de cualquier gobierno o país, menos Estados Unidos e Israel!
Trump, en muy poco tiempo, logró destruir el multilateralismo y las instancias legales y humanitarias que el mundo ha construido. Abandonó los acuerdos ambientales, comerciales, salud, derechos humanos, proliferación de armas nucleares, etc., exacerbó los conflictos regionales, se retiró de la UNESCO, trató de destruir la UNRWA, atacó groseramente a la CPI, amenazó y descalificó con insultos inaceptables los organismos humanitarios, y en cuanto a Palestina, simplemente barrió con la legalidad internacional, imponiendo aberraciones absolutamente inaceptables, etc. ¡La ley de la selva por encima del derecho y la legalidad!
Sin embargo, llama la atención la condescendencia y el servilismo con que Europa ha respondido a la destrucción de los mecanismos civilizados de resolución de los conflictos y rápidamente los gobiernos europeos se han adaptado a las aberraciones de Trump acentuando la hipocresía y la doble moral para enfrentar las violaciones a los derechos humanos y la legalidad. Un ejemplo de aquello es la defensa del gobierno español a la venta de armas a Arabia Saudí para “conservar los empleos y defender los intereses de los españoles”. Es decir, lo que importan son los negocios independientemente de su moralidad.
Para el caso de Palestina, la hipocresía europea es de todos los días: vender a los palestinos palabras vacías mientras vende a Israel armas letales.