Sebastian Kurz ganó las elecciones en Austria a la edad de 31 años y se convirtió en el canciller más joven de la historia del país.

 

Mantuvo buenas relaciones con turcos y musulmanes en el país durante los primeros años de su carrera política cuando asumió el cargo de ministro de Relaciones Exteriores más joven de Austria y Europa a la edad de 27 años.

 

Sin embargo, más tarde descubrió que podría ganarse la simpatía de la extrema derecha adoptando un discurso "anti-Turquía" después del intento de golpe de Estado en Turquía el 15 de julio de 2016.

 

Como primer ministro de Austria, decidió cambiar la Ley del Islam de 1912 del país, que es un reconocimiento oficial del Islam como denominación religiosa.

 

Los controvertidos cambios incluyeron la prohibición de la financiación extranjera para organizaciones islámicas y el empleo de imanes del extranjero.

 

En diciembre de 2017, Kurz formó un gobierno de coalición con el Partido de la Libertad de Austria (FPÖ) de extrema derecha y propuso leyes que apuntaban a musulmanes e inmigrantes en el país.

 

Prohibió el uso de velos en lugares públicos y velo en las escuelas primarias. También planea aumentar la edad hasta la cual las niñas tienen prohibido usar velo en la escuela de 14 a 10 años.

 

Presentó el término "Islam político" al público austríaco, que se ha convertido en el término "más peligroso" del país.

 

Después de los ataques terroristas del 2 de noviembre en Viena, 30 activistas y académicos musulmanes han sido detenidos en nombre de la "lucha contra el terrorismo".

 

Kurz provocó más críticas la semana pasada al vincular el Islam con la lucha contra el terrorismo. Propuso convertir el "Islam político" en un delito para cerrar varias organizaciones musulmanas en el país.

 

Austria es el hogar de más de 500.000 musulmanes, o alrededor del 6% de la población, lo que constituye la minoría religiosa no cristiana más grande del país.

Emmanuel Macron

El 2 de octubre, el presidente francés Emmanuel Macron dio a conocer un proyecto de ley sobre "separatismo islámico" que se presentará al gabinete el 9 de diciembre. Tiene como objetivo imponer controles más estrictos sobre la financiación de las mezquitas y las asociaciones musulmanas y también prohíbe a los países enviar imames a Francia.

Tras el asesinato de Samuel Paty, la administración de Macron tomó medidas más duras contra los musulmanes y los grupos musulmanes en el país. Las asociaciones musulmanas y los grupos de la sociedad civil estaban sujetos a prácticas ilegales como los cierres.

Los ataques contra los musulmanes aumentaron en el país después del asesinato de Paty, así como la retórica antiislámica del gobierno.

Muchos expertos creen que Macron se propuso apuntar a los musulmanes debido al temor de perder votos en las próximas elecciones presidenciales programadas para 2022.

La islamofobia en el país se ha vuelto violenta, como se demostró en un incidente en el que la policía trató a cuatro niños musulmanes, tres de ellos turcos, como terroristas, detuvo a los escolares de 12 años durante 11 horas y abrió una investigación sobre ellos por sospechas de la propaganda "terrorista".

Francia tiene la minoría musulmana más grande de Europa occidental, con un total de alrededor de 5 millones.