Un convoy conformado por 30 vehículos, incluidos camiones cargados con armas pesadas, cañones y tanques, de las fuerzas estadounidenses se dirigió desde Al-Hasaka (noreste) hasta el campo de Deir Ezzor, con el fin de blindar las bases ilegales allí, según reportó la agencia siria oficial noticias, SANA, citando a fuentes civiles.

Las fuentes señalaron también que el convoy había tomado la carretera de Al-Jurafi, que une Deir Ezzor y Al-Hasaka, escoltado fuertemente por helicópteros pertenecientes al despliegue militar de Estados Unidos en la zona.

Además, los medios afiliados a los grupos armados y opositores de Siria informaron que la llamada coalición internacional liderada por Washington envió el sábado un convoy de 50 camiones cargados con armas y ayuda logística a sus instalaciones militares en Al-Hasaka a través del cruce fronterizo de Al-Walid, localizado en el norte de Irak.

EE.UU. sigue enviando suministros bélicos y logísticos a las zonas orientales y nororientales del país árabe, so pretexto de “proteger” los pozos de petróleo de los grupos terroristas, pero, en realidad, lo que busca es robarse el oro negro de Siria, de acuerdo con una denuncia de Damasco, así como varios observadores.

Washington, en plena cooperación con sus aliados de las llamadas Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), en numerosas ocasiones, ha trasladado el petróleo extraído del suelo sirio sin autorización de Damasco a Irak.

Recientemente, la empresa petrolera estadounidense Delta Crescent Energy LLC ha firmado un contrato con las llamadas FDS para saquear el petróleo de Siria con el aval del Gobierno de Estados Unidos.

Siria condena el robo “a mano armada” de su petróleo y resalta que, en cuanto se produzca la liberación de la provincia noroccidental de Idlib —considerada el último bastión de los terroristas en el país árabe—, su Ejército se dedicará a erradicar a las tropas ocupantes.

Fuente: Hispantv