El periódico español El País informó que "Israel" estuvo involucrado en el secuestro de unos 500 niños judíos yemenitas de sus familias, alegando que habían muerto, pero sin entregar sus cuerpos a sus familias.

La fuente señala, en un informe de su corresponsal Juan Carlos Sanz desde la Jerusalén ocupada, que durante el período comprendido entre 1949 y 1950 la entidad israelí deportó a 50 mil judíos yemenitas como parte de un proceso denominado "alfombra mágica", política encaminada a deportar judíos de países árabes a la Palestina ocupada.

A su llegada, fueron colocados en la categoría de "ciudadanos de segunda clase", después de los judíos "Sabra" nacidos en Palestina y los judíos asquenazíes nacidos en Europa, que dominaban el poder y ocupaban altos cargos.

Según el diario, fueron colocados en los llamados "campos de absorción" con sus hijos, pero dado a que los menores padecían enfermedades debido a las condiciones sanitarias y sociales de los campamentos, fueron trasladados a hospitales, y desde ese momento sus familias ya no saben nada de ellos.

A pesar de las constantes quejas, estos niños han desaparecidos y la justificación que los padres solían escuchar es que sus los niños habían muerto, pero no recibieron sus cuerpos, ni evidencia médica que lo acredite. Tampoco hubo ceremonias de entierro ni nada.

Sin embargo, el expediente de estos niños no ha sido olvidado, ya que sus familias dicen que fueron entregados a las familias judías de las víctimas del Holocausto en "Israel" y Estados Unidos que no tienen hijos, para su adopción.

Durante los años 1967, 1988 y 1995 se abrieron investigaciones sobre el asunto, pero la respuesta siguió siendo la misma: no hay robo de estos niños, ni adopción por parte de familias judías, sino solo negligencia médica y administrativa, según informó el diario.

“En 1995, Yusef Abraham le dijo a un comité de investigación que viajó desde Yemen al aeropuerto de Tel Aviv el 16 de septiembre de 1949 con su esposa y dos de sus hijos, el menor de los cuales nació solo una semana antes del vuelo, y nada más arribar al aeropuerto, fueron llevados a un campamento de inmigrantes, y allí el recién nacido fue trasladado y aislado de su familia, con el pretexto de realizar un chequeo  médico, y desde entonces ya no se sabe nada del niño, pero según la versión oficial, el niño murió dos semanas después de su llegada a “Israel”, contó la publicación. 

En 2016, estas familias yemenitas llevaron el expediente de sus hijos a la Knesset israelí, que levantó el secreto de los documentos puestos bajo custodia hasta 2031, y en el contexto de la búsqueda de la verdad histórica, el poder judicial israelí solicitó que los restos de los niños que murieron en la década de los 50 del siglo pasado pudieran ser extraídos para el análisis de su ADN.

Con la proximidad de las elecciones israelíes previstas para el 23 de marzo, y tras 60 años de este expediente, el gobierno de Benjamín Netanyahu puso en marcha un programa de compensación económica para estas familias que perdieron a sus hijos nada más llegar a la Palestina ocupada.

Fuente: Al Mayadeen