Con la detención de la golpista Jeanine Añez y el proceso judicial para investigar a quienes fueron cómplices del proceso reaccionario que interrumpió la democracia, Bolivia vuelve a estar en la plana internacional. Esta búsqueda de justicia y reparación, por el golpe de Estado de 2019 y las posteriores masacres, vuelve a mostrarse otra vez, en la prensa hegemónica internacional y las instituciones injerencistas internacionales como una supuesta persecución del MAS a la oposición. 

Basta con ver qué personajes hacen eco de estas falsas acusaciones para comprender cuál es la supuesta democracia atacada con la detención de Añez: Jair Bolsonaro y Luis Almagro, el infame secretario de la OEA, y una seria de ONGs internacionales a quienes les escandaliza más un proceso judicial, que un par de masacres, la quema de banderas y la persecución política de la que fue victima el MAS durante los meses que Añez fue la presidenta de facto. 

Estuvimos ahí, junto al hermano pueblo de Bolivia cuando sufrió bajo la dictadura vendepatria y racista de Añez; militamos contra ese golpe a la democracia porque fue un golpe a todo nuestro continente; sufrimos cada muerte por la represión, cada muerte por desidia de un gobierno corrupto; recibimos en nuestras casas a hermanos y hermanas empujadas al exilio y asistimos con enorme preocupación la crisis sanitaria que trajo la COVID-19. Con esa misma solidaridad, festejamos y militamos por la recuperación de la democracia en octubre de 2020, cuando el MAS recuperó el gobierno con más del 55% de los votos. 

Esos y esas que fueron no solo indiferentes, sino artífices de un golpe de estado con militares, represión, exilio, presos y presas políticas, personas viviendo en embajadas extranjeras durante un año y masacres más que comprobadas, hoy se indignan por la detención preventiva de Jeanine Añez y los jefes militares implicados en ese triste capitulo de la historia. En un mundo del revés, La OEA, responsable del golpe, pide por los derechos de la ex-dictadora, y la comisión exterior de la Unión Europea vuelve a acordarse de Bolivia cuando la justicia investiga a los golpistas. 

Desde ALBA Movimientos consideramos un acierto que el Estado Plurinacional de Bolivia avance en la búsqueda de justicia y concrete las detenciones de los responsables de tanta inestabilidad, muerte y dolor. Sabemos que aún falta mucho, que muchos culpables siguen sin responder por sus atrocidades, que tanto la OEA como Luis Almagro deberán rendir cuentas al pueblo de Bolivia y a los pueblos de Nuestra América y que la cola del diablo llega hasta el país del norte, pero es un paso en la dirección correcta. Para eso, cuenten con el apoyo de los movimientos sociales de toda la región. 

También alertamos sobre las recientes amenazas golpistas exclamadas por el troglodita Luis Fernando Camacho desde Santa Cruz, quien sigue sin reconocer el aplastante 55% con el cual el MAS triunfo en las elecciones presidenciales de octubre de 2020. 

A los fascistas, racistas sostenidos por el imperio, les decimos que no pasarán, sus mentiras y colonialismo mental no pudieron contra un pueblo, contra la memoria larga de Nuestra América ni contra la Whipala que ya no soporta más tanta miserabilidad y entreguismo. 

La justicia es la justicia de los pueblos que creemos y vivimos por el Buen Vivir. Venganza sólo buscan quienes odian a su propio pueblo. La historia ya los ha juzgado. 

Por los caídos en Senkata, Sacaba, Montero, Betanzos, Ovejuyo y El Pedregal.

Por quienes se han exiliadoPor quienes fueron presos/as políticos/as. 

¡Jallalla Bolivia!

FUENTE: Albamovimientos.net