“Nadie cerrará esta Corte. Nos mantendremos de pie, con sudor y perseverancia”, respondió Fux, en uno de los tramos más duros del discurso. El presidente del tribunal, conocido por su carácter contemporizador, elevó el tono y aseguró que el desprecio del presidente a decisiones judiciales implicaría un crimen de responsabilidad, merecedor de un impeachment en el Congreso.

Fux habló en el recinto del máximo tribunal antes de la apertura de sesión, por primera vez luego de los actos callejeros del 7 de septiembre en los que Bolsonaro amenazó con incumplir órdenes del juez Alexandre de Moraes y pidió que el magistrado fuese “encuadrado”. Moraes es responsable por una investigación sobre el financiamiento y organización de actos antidemocráticos, y en las últimas semanas ha avanzado sobre aliados y militantes bolsonaristas con órdenes de allanamiento y prisión.

Al brindar un discurso para seguidores en Brasilia y en San Pablo el martes el presidente brasileño profirió amenazas golpistas y calificó las manifestaciones como un “ultimátum” para el STF. Fux manifestó que la Corte no aceptará intimidaciones o amenazas del jefe del Ejecutivo.

“Ofender la honra de los ministros, incitar a la población a propagar discursos de odio e incentivar el incumplimiento de decisiones judiciales son prácticas antidemocráticas, ilícitas e intolerables en respeto al juramento constitucional”, reaccionó Fux.

Mientras algunos actores, como el gobernador de San Pablo, Joao Doria, pidieron en las últimas horas un impeachment para Bolsonaro, el presidente de la Cámara, Arthur Lira, condenó las palabras del presidente este mediodía, en un discurso más blando que el de Fux.

Lira, el único brasileño capaz de abrir un juicio político contra el presidente, dijo que es hora de decir “basta” a la escalada de la crisis y garantizó que “conversará con todos los poderes”. El jefe de Diputados evitó referirse a cualquier posibilidad de impeachment.

Fuente: La Nación